Científicos, economistas agrarios y formuladores de políticas han delineado una estrategia ambiciosa para lograr una agricultura con impacto neutro en carbono. La propuesta central radica en expandir las normativas actuales que promueven los combustibles renovables para incluir y recompensar activamente a los cultivadores que implementen métodos de producción sostenibles. Esta iniciativa, detallada en la revista Science, subraya la importancia de integrar la inteligencia climática en la cadena de valor de los biocombustibles, sentando las bases para una transformación profunda del sector.
Las \"prácticas climáticamente inteligentes\" abarcan un conjunto de métodos agrícolas diseñados para potenciar la captura de carbono en el suelo y minimizar la huella de emisiones. Entre ellas se destacan el uso de cultivos de cobertura, la no labranza post-cosecha, y la incorporación de biocarbón o roca de silicato finamente molida en el suelo. Además, se incluyen la optimización en la aplicación de fertilizantes, la electrificación de la maquinaria agrícola y la mejora genética de los cultivos para una mayor eficiencia. Se estima que la adopción global de estas prácticas podría mitigar entre 4 y 8 mil millones de toneladas de carbono anualmente, una cifra notable si se considera que las emisiones globales de dióxido de carbono alcanzaron los 40 mil millones de toneladas en 2024.
Madhu Khanna, figura principal de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y autora principal del estudio, enfatiza el rol crucial de los mercados de biocombustibles en la descarbonización de la agricultura. Actualmente, las políticas de biocombustibles no diferencian las recompensas para los agricultores que adoptan prácticas sostenibles, tratando por igual a todos los insumos, como el maíz para etanol. Khanna propone que al valorar y compensar la adopción de estas técnicas, se incentivaría su implementación a gran escala. Los mercados de biocombustibles ya disponen de la infraestructura para evaluar la intensidad de carbono de las materias primas y canalizar pagos a los productores, lo que facilita la extensión de incentivos basados en el rendimiento.
A pesar de los mecanismos existentes, la acreditación de los agricultores por el secuestro de carbono y otras prácticas ecológicas sigue siendo un desafío, a menudo separada de los mercados de biocombustibles de baja emisión. Los programas de conservación gubernamentales son limitados, y la compensación por créditos de carbono requiere que los agricultores demuestren la implementación de nuevas prácticas, penalizando a los pioneros. Khanna y su equipo sugieren unificar los mercados de materias primas y de compensación climática para crear un único sistema de incentivos, que luego podría extenderse a cultivos destinados al consumo humano y animal.
La verificación de la implementación de estas prácticas es fundamental. Los avances en tecnologías digitales y modelos de ecosistemas permiten documentar y calcular con precisión la intensidad de carbono de las actividades agrícolas, facilitando un escalado eficiente del proceso. Sin embargo, surge la preocupación sobre la permanencia de estas prácticas. Para contrarrestar la liberación de carbono secuestrado, se propone el desarrollo de contratos a largo plazo que vinculen el monto de los pagos con el compromiso continuo del agricultor de mantener el carbono en el suelo. Este enfoque garantiza la sostenibilidad de los beneficios ambientales a lo largo del tiempo.
Khanna reconoce las controversias en torno a los beneficios de carbono de los biocombustibles, especialmente la preocupación de que la producción de combustibles vegetales pueda desplazar cultivos alimentarios o inducir la deforestación. No obstante, argumenta que una evaluación completa y precisa de las emisiones de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida de cualquier producto, desde la finca hasta el consumidor, es esencial. La propuesta busca superar las limitaciones de las políticas actuales que tratan a todos los productores por igual, enfatizando la necesidad de un sistema que considere todas las externalidades de carbono. Esto permitiría una mejor gestión y mitigación de los impactos, asegurando que los biocombustibles contribuyan positivamente a la reducción de emisiones.
La temporada de recolección de lavanda ha comenzado, y con ella, se inauguran instalaciones de destilación que fortalecen la economía local, la producción cosmética y el atractivo turístico. En la Rioja Oriental, específicamente en Ordoyo (Quel), la empresa Aromáticas Finca Ordoyo, liderada por Chema Ayensa y Enrique Extremiana, ha iniciado sus operaciones en 21 hectáreas. Este año marca un hito con el debut de su propia maquinaria de destilación, tras una fase de prueba exitosa.
El proyecto, que se gestó en 2020 con el apoyo del Gobierno de La Rioja, ha superado desafíos iniciales de implementación y ha experimentado un notable incremento en la producción entre 2021 y 2024. El proceso de producción es altamente eficiente: la lavanda se siega y se transporta directamente al alambique para su destilación inmediata. El vapor, al enfriarse, permite la extracción del aceite esencial, que se embotella para su distribución en la industria cosmética, tanto a granel como en líneas de productos más exclusivas.
Según la asesoría de Ingeniería Carna, se estima un rendimiento de aproximadamente 60 kilogramos de esencia por hectárea. La lavanda es una planta robusta que requiere un mínimo de dos ciclos de mantenimiento anuales y puede mantenerse productiva hasta por 15 años. Aunque el control de malezas fue un desafío inicial, el cultivo es ahora más manejable y ha captado el interés de agricultores vecinos. Adicionalmente, la finca ofrece visitas guiadas que fusionan el encanto del paisaje con la cultura vinícola local.
La región de Murcia ha consolidado su liderazgo en el cultivo de plantas aromáticas, alcanzando las 4.375 hectáreas cultivadas, un incremento del 25% con respecto al año anterior. Esta expansión posiciona a la lavanda y el lavandín como alternativas rentables en áreas de secano, suplantando a cultivos tradicionales como el cereal, el olivo y el almendro. Entre las especies aromáticas más cultivadas en la región se encuentran el espliego, la salvia, el tomillo rojo, la mejorana española y el orégano, con Murcia destacándose como líder mundial en la producción de espliego por volumen y calidad.
El mercado de aceites esenciales murciano demuestra un dinamismo excepcional. Entre enero y mayo, las exportaciones experimentaron un crecimiento del 51%, llegando a 72 países, con Irlanda como destino principal. Este crecimiento subraya la solidez de la cadena de valor de la lavanda en la región.
Moratalla, en particular, se ha convertido en un centro neurálgico para la industria de la lavanda, gracias a empresas como Esencial Oil. Esta compañía familiar, que opera su propia destilería desde 2016 y gestiona viveros de esquejes, abarca desde el cultivo y la destilación hasta la comercialización de aceites puros y naturales, contribuyendo significativamente al desarrollo económico local.
La época de floración de las plantas aromáticas en Moratalla atrae a miles de visitantes anualmente, impulsando el turismo de verano y estableciendo un nuevo segmento de mercado centrado en la belleza paisajística y las experiencias rurales. El programa municipal “Territorio Lavanda” ofrece una variedad de actividades en el centro urbano y en las comunidades rurales, con un calendario que se extiende hasta noviembre. Este programa facilita la participación de productores y asociaciones que comercializan sus productos locales durante estos eventos.
El interés de los turoperadores internacionales ha aumentado considerablemente, integrando visitas a los campos en flor y a las destilerías en sus paquetes turísticos. Esto refuerza el nexo entre la agricultura, la cultura local y el desarrollo rural, generando un impacto positivo en la economía de la zona.
Más allá de su fragancia, la lavanda, especialmente la Lavandula angustifolia, es valorada por sus múltiples propiedades terapéuticas, incluyendo efectos calmantes, antiinflamatorios, antisépticos y reparadores para la piel. Es conocida por su capacidad para inducir el sueño y reducir el estrés.
Es crucial diferenciar entre los distintos formatos de lavanda, como hidrolatos, macerados o aceites esenciales, ya que sus concentraciones y modos de uso varían. Para afecciones cutáneas sensibles como la rosácea o la psoriasis, es fundamental utilizar concentraciones adecuadas y, si es necesario, bajo supervisión profesional.
La investigación científica respalda los beneficios de la lavanda en la reducción de la ansiedad, el insomnio y en la aceleración de la cicatrización de heridas. La aromaterapia moderna aprecia su impacto en el sistema nervioso central. En el ámbito doméstico, la lavanda se puede cultivar en macetas, usar su hidrolato para la familia o difundir su aceite esencial para un ambiente relajante. También se combina eficazmente con ingredientes como aloe vera, caléndula y rosa mosqueta en productos de cosmética natural.
Es importante tomar precauciones básicas al usar productos de lavanda: verificar la pureza y el origen del producto, evitar la aplicación directa de aceite esencial puro sobre la piel, no usarlo durante el primer trimestre del embarazo y consultar a un especialista en caso de alergias o tratamientos médicos.
Para asegurar la vitalidad de la lavanda en el jardín, es fundamental una poda anual después de la floración, preferentemente a finales del verano o principios del otoño. Esto ayuda a mantener la forma de la planta y estimula el crecimiento de nuevos brotes. Eliminar las flores marchitas y la madera vieja fomenta el rebrote y contribuye a una estructura más compacta.
La poda previene la lignificación excesiva, un proceso que dificulta el surgimiento de tallos jóvenes y saludables. Además, al eliminar las partes deterioradas, se reduce la probabilidad de plagas y enfermedades fúngicas, fortaleciendo la planta en general. Para una poda efectiva, se recomienda usar tijeras afiladas y cortar aproximadamente un tercio de la planta, evitando la madera envejecida. Es importante no dejar tallos demasiado largos, ya que podrían romperse con el viento o la lluvia.
La fragancia de la lavanda no solo proporciona un efecto sedante suave que favorece la relajación y mejora el sueño, sino que también actúa como un repelente natural contra insectos como mosquitos y polillas. Integrar la lavanda en el hogar, ya sea cultivándola o utilizando sus derivados, aporta un aroma limpio y fresco, creando un ambiente agradable y tranquilo. El éxito de la cosecha en Quel, los datos positivos del mercado murciano y el auge del turismo floral confirman el estatus estratégico de la lavanda, con aplicaciones que van desde la destilación y la salud hasta la mejora paisajística, siempre que se maneje con cuidado y se garantice la calidad del producto.
Las autoridades provinciales han implementado un programa de inspeccin exhaustiva en el Valle de Tulum, enfocado en los cultivos de semillas, para asegurar la excelencia y el seguimiento de la produccin hort■cola. Este programa busca elevar los est£ndares de calidad y fomentar la trazabilidad, asegurando que los productos cumplan con las expectativas del mercado.
La iniciativa ha puesto en marcha un vasto despliegue de recursos en la regin. Se han registrado un total de 304 zonas de cultivo, abarcando una extensin de 1.006 hect£reas. Este esfuerzo es coordinado por expertos en agronom■a, quienes lideran un equipo t←cnico encargado de verificar el cumplimiento de las normativas y brindar apoyo a los productores. La misin principal es fortalecer la produccin local y garantizar que las semillas de hortalizas del Valle de Tulum se mantengan como un referente de calidad, tanto a nivel nacional como internacional.
Las administraciones provinciales han puesto en marcha un operativo de inspeccin sobre los cultivos destinados a la produccin de semillas en el Valle de Tulum, con el objetivo de elevar los est£ndares de calidad y garantizar la trazabilidad de los productos hort■colas. Esta campaa de 2025, que abarca 304 puntos de produccin y 1.006 hect£reas, se centra en cultivos esenciales como la cebolla, la zanahoria y el 'bunching' (cebolla de verdeo), pilares de la produccin regional. El despliegue, impulsado por la Secretar■a de Agricultura, Ganader■a y Agroindustria, junto con el Instituto Hort■cola Semillero Provincial (INSEMI), se realiza directamente en el campo, verificando la identidad varietal y el estado sanitario de los lotes para asegurar que las semillas conserven sus atributos ptimos.
El control riguroso de la produccin de semillas es una prioridad para las autoridades en el Valle de Tulum. Estas inspecciones no solo se limitan a la verificacin, sino que tambi←n acompaan a los productores en la mejora continua de sus pr£cticas, promoviendo el cumplimiento de est£ndares y procedimientos que fortalecen el rendimiento y la confianza en el origen de la semilla. La fiscalizacin, liderada por expertos, asegura la calidad, sanidad, pureza gen←tica y trazabilidad, aspectos cruciales para la competitividad del sector en los mercados nacionales e internacionales. Con 304 puntos inscritos y 1.006 hect£reas bajo control, esta campaa avanza con el respaldo de diversas entidades gubernamentales, confirmando el liderazgo del Valle de Tulum como un centro estrat←gico para la produccin de semillas hort■colas y generando un impacto positivo en la econom■a de San Juan.
El compromiso con la calidad y la trazabilidad en la produccin de semillas hort■colas es un pilar fundamental para las autoridades del Valle de Tulum. Este enfoque se traduce en un riguroso programa de inspecciones, que busca asegurar que cada lote de semillas cumpla con los m£s altos est£ndares. La campaa actual, que abarca una extensa £rea de cultivo y numerosos puntos de produccin, se enfoca en verificar la identidad varietal y el estado sanitario de los cultivos clave, como la cebolla, la zanahoria y el 'bunching'. Estas acciones no solo garantizan la integridad de las semillas, sino que tambi←n refuerzan la confianza de los consumidores y los mercados en los productos de la regin.
El programa de inspeccin es un esfuerzo colaborativo que involucra a diversas entidades y profesionales, quienes trabajan en conjunto para asegurar la excelencia en cada etapa del proceso productivo. Las visitas al campo son meticulosas, revisando cada detalle para que las semillas mantengan sus caracter■sticas gen←ticas y sanitarias. Esta labor es crucial para la competitividad del sector, permitiendo que las semillas del Valle de Tulum se posicionen favorablemente tanto a nivel nacional como internacional. Adem£s de las verificaciones, se ofrece apoyo continuo a los productores para que adopten mejores pr£cticas, lo que contribuye a un ciclo de mejora constante. Este liderazgo en la produccin de semillas hort■colas no solo beneficia a la provincia de San Juan, sino que tambi←n consolida la reputacin de la regin como un referente de calidad y fiabilidad en el £mbito agr■cola.